Los test de inteligencia  y la educación de adultos: Una brecha superada.

Por Himara Moncada

A lo  largo del siglo XX el fenómeno de los test de inteligencia cobró un amplio apoyo en los sistemas educativos de todos los países  del mundo, pero muy particularmente en los países llamados desarrollados. La intención primordial de estos test era identificar a los niños con problemas de aprendizaje y así poder ubicarlos en grupos separados para atender sus necesidades especiales.  Este  fue el propósito que se fijó el gobierno francés cuando le solicitó al psicólogo Alfred Bidet  que desarrollara un instrumento que permitiera evaluar las habilidades cognitivas de los niños en edad escolar.

Este acontecimiento que se originó en las postrimerías del siglo XIX y en los albores del siglo XX, desató una oleada de trabajos especulativos de diversos investigadores, que utilizando la estadística y la aplicación de estos test, proclamarían la supuesta inferioridad de la raza negra y la superioridad de la blanca. Esto basado en estudios cuyos resultados fueron  muchas veces farseados de la manera más evidente.

Como es bien sabido desde los tiempos más antiguos el hombre se ha planteado el problema del aprendizaje. Platón en su obra  La Republica, ya plantea la necesidad de seleccionar de la población a los más aptos para educarlos del modo más conveniente para que se erigieran como reyes filósofos.  Platón hablaba de tres clases sociales bien definidas y determinas completamente por la herencia, los cuales estaban constituidos por los artesanos, los soldados y los gobernantes. A continuación se adjunta un gráfico donde se ejemplifican las características de cada clase social:

Clase social	Tipo de alma	Virtud
Gobernantes	Racional	Sabiduría
Guerreros	Irascible	Coraje
Artesanos	Concupiscibles	Templanza

Como se puede evidenciar de manera inmediata la teoría de Platón es básicamente innatista. Es decir, cree que nada se puede agregar a la persona, ya que esta nace con todo su potencial desarrollado y sólo se le debe dar las herramientas más elementales para qué florezca el genio que ya existe adentro.

Se puede afirmar que con Platón se inicia todo un debate educativo que ha dado origen a diversas teorías que tratan de explicar como aprende el ser humano. Algunas tomaran la vertiente innatista, genetista y naturalista, como Platón en la Gracia antigua, Kant, Leibniz, Descates, Spinoza, entre otros,  en los periodos comprendidos entre la Edad Media y el Renacimiento, mientras que otros tomaran el lado opuesto y serán denominados empiristas,  por negar al innatismo y sostener que el niño al nacer es una tabla raza y que en ella la experiencia y no la herencia determinará todo el desarrollo educativo del niño. A la cabeza de esta concepción encontramos a Aristóteles en Gracia y entre  la Edad Media y El renacimiento encontramos a Jhon Lock, David Hume, Tomas Hobbes, entre otros.

Este debate continua a lo largo de la Ilustración con pensadores claves como Voltaire y Rousseau, que continuaran el debate entre el Racionalismo y el Empirismo.

Al iniciarse el siglo XX, el debate entre el Innatismo y el Empirismo ahora denominado, genetistas y ambientalistas discutirán de un modo denodado y en su búsqueda aplicaran los métodos estadísticos más extravagantes para demostrar sus teorías. Esta lucha de ideas consumirá toda loa centuria y los aportes de uno y otro bando aportaran una nueva visión más holística que integra los aportes de los innatitas y de los ambientalista, reconociendo que ambas teorías tienen cabida, ya que ciertamente el ser humano pose una capacidad innata que varía de una persona a otra y es bien sabido que el ambiente influye de modo positivo en el desarrollo integral del ser humano.

Es interesante todo este debate porque en medio de él el adulto como sujeto de aprendizaje quedaba fuera y hoy se sabe que la capacidad de aprendizaje sólo se acaba con la muerte. En este sentido, se acepta que el ser humano trae consigo la capacidad para aprender y que el ambiente facilita todos los recursos para que esa capacidad sea aprovechada. Además como la capacidad de aprender es continua  a lo largo de la vida, entonces los adultos tienen una posibilidad inagotable de explorar sus habilidades a lo largo de los años. Esto sin duda impulsa el desarrollo de la sociedad a otros niveles.